martes, 31 de marzo de 2009

Ser, saber, hacer y convivir”, educar en competencias”






·Llaman a la puerta...

Cualquier persona adulta (entendiendo con ello que supera los 18 años), la cual accede por primera vez a un centro dirigido a ella, se mueve por diferentes intenciones que le hacen concienciarse de un “renovación” en su formación, actualizando lo ya aprendido por las experiencias, o adquirido en otras instituciones formativas.
Entre las causas que mueven su motivación se encuentran, entre otras:

-Adquirir un “aprendizaje intelectual” (leer y escribir) para a través de ello, poder ampliar así mismo la cultura y los conocimientos en la vida diaria con el empleo de otros recursos (revistas, periódicos, libros, etc.).
- Por medio de la adquisición de ese aprendizaje básico y de los medios disponibles, la persona va obteniendo información sobre los acontecimientos que suceden en el mundo, se actualiza.
- La participación es otro de los pilares fundamentales; permite interaccionar con otros, mejorar redes sociales, sus conocimientos.
- Con la integración de la persona, ésta se siente útil de cara a la sociedad, tener conciencia d quien es y de lo que puede hacer por los demás.
- También se adquiere un control sobre sus emociones, se aprende a vivir con entusiasmo al afrontar nuevos retos; descubre nuevas actividades que sustituyen otras que por diversos motivos ya no se realizan.
-Otro punto importante es el aprendizaje que se obtiene referente al manejo de las nuevas tecnologías (el ordenador e Internet), que cada vez más se hace imprescindible en nuestras vidas, para renovarse y estar a la altura d los cambios.














·El Educador Social "abre la puerta"...


Se debe establecer desde un primer momento, un contacto directo con el usuario para establecer una relación de ayuda y tener conocimiento de las necesidades que demanda. No se debe tener en cuenta sólo las necesidades que manifiesta, sino también saber de aquellos recursos que precisa y de las necesidades que no presenta de una manera directa.

Una vez realizado en análisis de demandas y necesidades, y mostrando los recursos con lo que se cuenta para hacer frente las demandas que presenta, se precisa establecer los cuatro pilares de educar en competencias (saber, ser, hacer y convivir), para conseguir con ello, una formación enriquecida en valores, ayudando al ser humano en el camino de la educación a lo largo de su ciclo vital.
Como hecho relevante, también se necesita acercar a las personas a las nuevas tecnologías con el fin de adecuarse a los medios tecnológicos que hacen hincapié en la actualidad, su manejo y las diversas funciones que cumple; además de tener en cuenta otros aspectos con la integración a la cultura; el establecimiento de nuevas redes sociales mediante la interacción entre iguales, etc., hechos que se derivan del acceso a los centros de personas adultas.

Ante todo, hay que abogar por los intereses de la persona que solicita el ingreso en dichos centros, por una mejora en su formación y con ello, en su calidad de vida.